El calzado de mujer se ha convertido en un objeto de veneración en el mundo de la moda. Es tal el fervor, que existen diseñadores dedicados únicamente a crear zapatos, sandalias, botas o botines destinados a saciar la demanda de las consumidoras más fashionistas. Conseguir un buen diseño de calzado y convertirlo en objeto de deseo ha encumbrado a nombres como Christian Louboutin o Manolo Blahnik al estatus de dioses.
¿Qué es lo que genera esta adoración? Las mujeres son capaces de recorrer una infinidad de tiendas y de gastarse una parte importante de su presupuesto para conseguir ese par de sandalias que combinan a la perfección con ese vestido.
Habitualmente, lo que convence a una mujer para realizar un compra, no es encontrar un par de zapatos cómodos, sino que toda la importancia recae en el diseño. Un tacón alto, una punta “peep toe” o una plataforma, son las características que convencen y determinan si el par de zapatos es el deseado o no, sin importar muchas veces su comodidad.
El material del que estén fabricados juega un papel de igual importancia. Desde los más lujosos como la piel o los brillantes, a los más innovadores, como el PVC, la mujer dispone de una gran variedad de modelos entre los que elegir, que hacen la elección más compleja. No debemos olvidarnos de que el nombre del diseñador o la marca pueden ser tan importantes como los materiales o formas. Un par de sandalias que lleven la firma de Jimmy Choo serán muy apreciadas teniendo, o sin tener en cuenta el diseño.