Nos ponemos zapatos primordialmente porque tenemos que proteger a nuestros pies del frío y el suelo. Pero con el paso del tiempo hemos ido especializando nuestro calzado para que se adapte a las necesidades que van surgiendo por el camino. No es lo mismo ir a bailar que a correr o hacer escalada y pasear por la playa. Utilizar un zapato inadecuado puede perjudicar nuestro pie y no es ésa precisamente la función de un zapato. Las zapatillas son un tipo de calzado en el que prima la comodidad. Su suela es de goma aunque el material de la olma suele variar en función a su diseño y calidad. Las zapatillas deportivas están especialmente diseñadas para reforzar el pie y evitar posibles problemas que puedan acarrear un mal movimiento.
La tecnología, y no sólo el diseño, está al servicio de estas zapatillas: cámaras de aire, amortiguadores, refuerzos, plantillas, materiales, sistemas de cierre y de transpiración; todos estos elementos son los que debes tener en cuenta a la hora de comprarte unas zapatillas porque, como te hemos dicho, no es lo mismo correr los cien metros lisos que jugar al baloncesto.
No es necesario que practiques ningún deporte para lucir zapatillas. Hoy más que nunca están a la orden del día y forman parte de una moda urbana muy potente. Tienes muchísimos diseños que puedes encontrar a cualquier precio.
